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Por otra parte, se trata de temáticas que pueden abordarse no solamentecerca del 12 de octubre, sino también en distintos momentos del año.Para organizar la tarea de enseñanza, proponemos seleccionar algún puebloy ahondar en el conocimiento de sus características, no todas, nienumerando cantidad de aspectos, sino eligiendo alguna/s dimensiones(como vestimenta, vivienda, alimentación, modo de vida, ceremonias, etc.)y planteándose interrogantes en torno de ellas. En términos de aprendizaje,resulta más fértil pensar en un tratamiento en profundidad de loscontenidos, lo que ofrece la posibilidad de volver una y otra vez, dediferentes maneras, sobre ideas que se pretende que los chicos aprendan,antes que la exhaustividad (cantidad de temas), que conlleva a un abordajesuperficial.Adriana Serulnicoff
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señala:
“Seleccionar un grupo indígena en particular para convertirlo en objeto de indagación permite posicionar la mirada entorno de la trama de relaciones sociales, culturales, económicas y políticasespecíficas que cada sociedad ha ido (y en algunos casos sigue)construyendo a lo largo del tiempo. De este modo, se evitan aquellos proyectos que por pretender trabajar
los aborígenes
en su conjunto, proponen generalizaciones descontextualizadas o comparacionessuperficiales”
(Serulnicoff, 2005).Algunas sugerencias para definir “focos” de trabajo: juegos típicos dealgunos pueblos (indagando si aún se juegan o a qué otros juegos dieronorigen
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), la alimentación (recuperando prácticas culturales familiares), lavestimenta y ornamentación de los distintos miembros de la comunidad (enalgunos casos, también sus peinados distinguían a unos de otros), laorganización social (familias, grupos, jefaturas), sus principales actividadeseconómicas, distintas expresiones y objetos culturales (como danzas,músicas, instrumentos musicales, máscaras, etc.), ceremonias y festejos,entre otras muchas posibilidades.Asimismo, en el desarrollo del itinerario de actividades podrán establecersealgunas relaciones con otras áreas de conocimiento, como los lenguajes de
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Kauffmann, V., Serafini, C., Serulnicoff, A. El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes. Holachicos, Buenos Aires, 2005.
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Sugerimos la consulta de la serie “Cuadernos para el Aula”, que se encuentra en las bibliotecas de todaslas escuelas. Allí se presentan diversas propuestas en torno de los juegos y juguetes, incluyendoreferencias a los pueblos originarios. Serulnicoff, A., Garbarino, P.: “
Juegos y juguetes
” en “Cuadernospara el Aula. Nivel Inicial, Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, 2006.
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las artes, por ejemplo a través de las leyendas propias del grupo elegido,que cuentan y transmiten su cosmovisión; o de sus expresiones plásticasmás representativas, en sus producciones, adornos, trajes, máscaras, etc.Organizar la enseñanza de este modo permite ir “tejiendo” ciertasrelaciones. Tomemos como ejemplo las máscaras. Los diferentes puebloslas confeccionaban con distintos materiales según lo que se encontrara en lazona en que vivían (piedras, cortezas, metales, arcillas, etc.), realizandociertos tratamientos a estos materiales para dar forma a la máscara yempleando para ello algunos utensilios particulares. Asimismo, utilizaban lasmáscaras en diversas situaciones: para la caza, para la danza, para ritos deiniciación, ceremonias funerarias, como abrigo, etc. Proponer a los chicosactividades en las que indaguen estas cuestiones supone la articulación decontenidos de distintas áreas de conocimiento, en un intento de poner a sudisposición “herramientas” que contribuyan a enriquecer su comprensióndel mundo.Otras decisiones didácticas que el docente debe resolver una vez definidoen qué aspectos hará foco la propuesta y cuáles son los contenidos aenseñar, se refieren a la organización del itinerario de actividades. Tal comodesarrolláramos en documentos anteriores, el abordaje de formas de vidapasadas supone ofrecer a los niños contacto con testimonios concretos deese tiempo, como objetos, imágenes, relatos, etc.Interesa resaltar la valiosa oportunidad de aprendizaje que brindan losmuseos, en tanto exhiben objetos que permiten reconstruir en algo otrosmodos de vida, y pueden ayudar a construir representaciones delcontexto.
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Además, los museos históricos regionales suelen tenerelementos propios de los pobladores originarios de la zona.La visita al museo constituye una instancia para la búsqueda y recolecciónde información, ampliando lo indagado en la sala, por ejemplo a partir delas lecturas de textos y de imágenes. Es necesario prever qué se propondráobservar en el museo y cómo se relevará y registrará la información a fin depoder utilizarla luego: ¿los niños dictarán a los adultos?, ¿dibujarán?,¿tomarán fotografías?, ¿grabarán entrevistas?...
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Recomendamos la lectura de una interesante experiencia con niños de 5 años en el Museo EtnográficoJuan Bautista Ambrosetti, de la Ciudad de Buenos Aires, en el que recorren una muestra sobre losmapuches. Kauffmann, V., Serafini, C., Serulnicoff, A.
El ambiente social y natural en el Jardín de Infantes.
Hola chicos, Buenos Aires, 2005.El libro incluye también el relato de una propuesta de trabajo sobre las comidas de las comunidadesandinas.
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Algunos Museos de la provincia de Buenos Aires
Museo Pictórico Indigenista "Yana Kuntur", de La PlataMuseo americanista, de Lomas de ZamoraMuseo de Arte e Historia, de Los ToldosMuseo Coyug-Curá, de PigüéMuseo Arqueológico, de ChasicóMuseo Dr. José Luro, de Pedro LuroMuseo Histórico Regional, de AyacuchoMuseo Histórico Regional "Marta I. Martínez", de RanchosMuseo Regional, de ClaromecóEl presente listado no pretende incluir la totalidad de museos de laProvincia que toman estas temáticas como objeto de suscolecciones y exhibiciones, sino que constituye un primer avancede recopilación informativa que queda abierto, para ser completadoy enriquecido por cada una de los jardines.
Los itinerarios de actividades incluirán también instancias de apertura haciala comunidad, en un ida y vuelta que muestre lo trabajado en la sala a lolargo del proyecto y que incluya oportunidades para que las familiasparticipen. Se trata de propuestas que el jardín sostiene en una red juntocon otros (comunidad, organizaciones, grupos, foros, etc.). Muchas veces laconvocatoria de la escuela constituye un punto de partida para otrasiniciativas, que trascienden el ámbito educativo. Bienvenido sea.
Lecturas recomendadas
Palermo, Miguel: Colección “Cuentamérica”. Sudamericana. Buenos Aires. 2001Palermo, Miguel: Colección “Gente Americana”. Editorial AZ. Buenos Aires. 1999.
Si bien el material no está pensado para los chicos del Nivel Inicial, puede constituir un bueninsumo para que los docentes “adapten y lean” a los niños.
Dirección Provincial de Educación InicialOctubre 2009
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