El profesional docente se encuentra expuesto una alta exigencia vocal. Por eso, el uso de su voz debe ser producto de una técnica aprendida. Entre las aptitudes que necesita desarrollar el docente, se encuentran la resistencia, la articulación, la proyección, entre otras. La SAV describe, de manera clara y sencilla, en qué consiste cada una de estas aptitudes. Esta información es de vital importancia; puede resultar útil y esclarecedora para los docentes y para quienes se interesan en el ejercicio saludable de docencia.
Se propone como orientación inicial sobre el cuidado de la voz en la profesión docente, como una prioridad.
Es la habilidad de mantener la calidad vocal en el habla encadenada, sin mostrar señales de cansancio, por un período prolongado y en volumen suficiente para el ambiente en el que se desempeña.
Expresividad
Es lograr que, a través del juego vocal, con cambios de entonación, ritmo, acento y velocidad, el hablante se torne más interesante y el mensaje más agradable. De este modo, podrá transmitir con exactitud su intensión comunicativa, captando la atención del oyente.
Intensidad
Es conseguir variaciones del volumen, modificándolo voluntariamente.
Articulación marcada
Se usa para favorecer la claridad en la dicción. Se logra estimulando la elongación y distensión de los músculos faciales, lengua y labios; disminuyendo levemente la velocidad del hablante.
Posturas adecuadas
Son aquellas que permiten mantener sin tensión la musculatura de hombros y cuello, favoreciendo el flujo de la columna de aire.
Apoyo
Es la técnica de participación activa del diafragma durante la salida del aire que permite sostener la emisión de la voz con el volumen deseado y sin esfuerzo. Asegura un flujo de aire que reduce las tensiones laríngeas y del cuello, y otorga sensación de comodidad en la emisión y un mayor control del volumen de la voz.
Proyección Una voz proyectada es aquella que, con un uso adecuado del flujo de aire y de los órganos articulatorios, logra un mayor alcance y volumen. Utiliza las cavidades de resonancia (nariz y boca) acorde a las necesidades de adaptación en ambientes diversos.
Se propone como orientación inicial sobre el cuidado de la voz en la profesión docente, como una prioridad.
Necesidades vocales del docente
ResistenciaEs la habilidad de mantener la calidad vocal en el habla encadenada, sin mostrar señales de cansancio, por un período prolongado y en volumen suficiente para el ambiente en el que se desempeña.
Expresividad
Es lograr que, a través del juego vocal, con cambios de entonación, ritmo, acento y velocidad, el hablante se torne más interesante y el mensaje más agradable. De este modo, podrá transmitir con exactitud su intensión comunicativa, captando la atención del oyente.
Intensidad
Es conseguir variaciones del volumen, modificándolo voluntariamente.
Articulación marcada
Se usa para favorecer la claridad en la dicción. Se logra estimulando la elongación y distensión de los músculos faciales, lengua y labios; disminuyendo levemente la velocidad del hablante.
Posturas adecuadas
Son aquellas que permiten mantener sin tensión la musculatura de hombros y cuello, favoreciendo el flujo de la columna de aire.
Apoyo
Es la técnica de participación activa del diafragma durante la salida del aire que permite sostener la emisión de la voz con el volumen deseado y sin esfuerzo. Asegura un flujo de aire que reduce las tensiones laríngeas y del cuello, y otorga sensación de comodidad en la emisión y un mayor control del volumen de la voz.
Proyección Una voz proyectada es aquella que, con un uso adecuado del flujo de aire y de los órganos articulatorios, logra un mayor alcance y volumen. Utiliza las cavidades de resonancia (nariz y boca) acorde a las necesidades de adaptación en ambientes diversos.
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