El amor es mucho más que el sentimiento romántico que nos embarga por otra persona. Descubre aquí los pormenores científicos del "síntoma del amor".
Los síntomas del amor, son, según estudios recientes, el producto de una serie de cambios bioquímicos que se producen en el organismo de los seres humanos. Es decir, sentirse enamorado, sería a nivel de microscopio, el resultado de un conjunto de reacciones bioquímicas.Cosquilleos en el estómago, pulso acelerado y palpitaciones suelen ser los estragos físicos del amor ¿Pero qué los provoca? ¿Por qué nos enamoramos de una persona y no de otra? Al parecer el amor, más allá de su aura romántica, despierta aún más preguntas que respuestasEs por este motivo que algunos científicos han trabajado en desentramar el misterio del amor, ese que se vive a nivel físico y químico en nuestro cuerpo. Y los hallazgos no dejan de sorprender.
En primer lugar, los síntomas del amor, son, según estudios recientes, el producto de una serie de cambios bioquímicos que se producen en el organismo de los seres humanos. Es decir, sentirse enamorado, sería a nivel de microscopio, el resultado de un conjunto de reacciones bioquímicas.
Se refiere a un conjunto de reacciones emocionales en donde hay descargas neuronales (electricidad) y hormonales (sustancias químicas como dopamina y norepinefrina y bajos niveles de serotonina) además de ácidos, gases y olores. Todo ellos se mezclan creando una revolución interna que convierte lo racional en irracional, la prudencia en torpeza y la serenidad en nerviosismo. Es decir, son reacciones que explican buena parte de los signos del enamoramiento.
Se ha logrado identificar a algunas de las sustancias responsables del amor: la dopamina, la feniletilamina y la oxitocina. Todos estos productos químicos son relativamente comunes en el cuerpo humano, sin embargo, entran en acción en forma conjunta en las etapas de conquista.
Así, en una primera etapa, la más furtiva del amor, los altos niveles de dopamina y norepinefrina en combinación con bajos niveles de serotonina, tendrían por efecto la sensación de "perder la cabeza por alguien", es decir, ser poseídos por una fuerte atracción e involucramiento emocional con otro, y la testosterona haría lo suyo con el deseo sexual.
En tanto, en una segunda etapa, un tanto más calmada, entrarían en acción mayores niveles de oxitocina y vasopresina.
Se ha descubierto también que la feniletilamina, vinculado a la teoría propuesta por los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, quienes sugirieron que el cerebro de una persona enamorada contiene grandes cantidades de esta sustancia, siendo la responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos todos cuando nos enamoramos.
Al inundarse el cerebro de feniletilamina, este responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), de norepinefrina, y de oxitocina (que además de estimular las contracciones uterinas para el parto y producir la leche materna, parece ser un mensajero químico del deseo sexual), y el comienzo de la acción de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales.
Pese a los avances, por qué nos pasa lo que nos pasa cuando nos enamoramos, aún reserva una buena cuota de misterio y las investigaciones sobre el tema aún distan de finalizar. Sin embargo, ya sabemos que el amor, es mucho más que sólo romanticismo....
Curiosidades amorosas
El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la Feniletilamina, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas que tiene la capacidad de aumentar la energía física y la lucidez mental.
El cerebro responde a la producción de feniletilamina, secretando dopamina (que inhibe el apetito), norepinefrina y oxitocina, provocando que los enamorados puedan permanecer horas sin sensación alguna de cansancio o sueño.
Las personas que tienen menos receptores cerebrales de los que se necesitan para recibir la oxitocina, se les dificulta establecer lazos permanentes con su pareja.
Lamentablemente el período de enamoramiento no es eterno, perdura entre 2 a 3 años, incluso a veces más, pero lo cierto es que la atracción bioquímica decae, pues, con el tiempo, el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias.
Pero no todo es malas noticias. Luego del enamoramiento, comienza una segunda fase, "químicamente hablando", que se caracteriza por la secreción de otro tipo de sustancias, como las endorfinas, de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos; los que confieren la sensación de seguridad, comodidad y paz, dando lugar a la etapa del apego en la pareja.
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