Una de las decisiones más importantes que han tomado los habitantes de las Provincias Unidas del Sur fue declararse independientes de los reyes de España y su metrópoli. Para lograr esto tuvieron que superar miedos, debilidades e inseguridades. Nuestros congresales, reunidos en Tucumán, eran hombres simples, como nosotros, que por amor a su tierra gritaron con coraje ¡Sí!! ante la pregunta de Narciso Laprida: “¿Quieren que las Provincias de América del Sur sean libres e independientes?”.
Pero, ¿a qué temían los congresales?, ¿por qué retardaban la exhibición de la bandera que había creado Belgrano en 1812?, ¿por qué postergaban la declaración de la independencia?. Se estaban enfrentando, y lo sabían, a un poder que los superaba: Europa. Para que Argentina naciera debían darle la espalda al Padre, perder el temor que inspiraban los reyes, principalmente Fernando VII de España. Así, nuestra historia, se escribió con coraje; y nuestros congresales defendieron un destino que estaba siendo atacado, vapuleado, menoscabado, a lo largo de todo el Continente Americano. Nos dejaron como herencia esta tierra, nuestro país; la libertad y el sentido de identidad nacional. Ahora, debemos mirar a nuestro alrededor y preguntarnos: ¿Somos libres?. Tal vez, el siguiente fragmento de Mario Bunge nos ayude a reflexionar:
“Las naciones latinoamericanas son muy diferentes entre sí pero tienen un pasado en común, problemas parecidos y, posiblemente, un futuro común. Todas ellas tienen enormes riquezas naturales, pero son socialmente indigentes. Todas son pobres, subdesarrolladas y dependientes. Todas están aquejadas, en alguna medida, de excesiva desigualdad socioeconómica, desocupación, marginalidad, caciquismo, burocratismo, incultura, degradación ambiental, evasión impositiva, deuda externa paralizante y militarismo. Y todas, sin excepción, deben hacer frente a la Nación más poderosa y voraz del mundo, que mira con gran apetito las riquezas naturales y la abundante mano de obra barata de lo que considera su patio trasero…”
Es nuestro deber, como lo fue en 1816, tomar coraje ante un poder que nos supera, y decir ¡Sí!, defendiendo nuestra identidad, nuestra tierra, y nuestros derechos a tener una vida digna.
Propuesta para pensar.
¿En qué consiste la Libertad?
¿Con qué acontecimientos actuales se menoscaba la libertad?
¿Hay soluciones para los males que nos aquejan? ¿Cómo se defiende la identidad nacional?.
¿De qué debemos “independizarnos” actualmente?.
Pero, ¿a qué temían los congresales?, ¿por qué retardaban la exhibición de la bandera que había creado Belgrano en 1812?, ¿por qué postergaban la declaración de la independencia?. Se estaban enfrentando, y lo sabían, a un poder que los superaba: Europa. Para que Argentina naciera debían darle la espalda al Padre, perder el temor que inspiraban los reyes, principalmente Fernando VII de España. Así, nuestra historia, se escribió con coraje; y nuestros congresales defendieron un destino que estaba siendo atacado, vapuleado, menoscabado, a lo largo de todo el Continente Americano. Nos dejaron como herencia esta tierra, nuestro país; la libertad y el sentido de identidad nacional. Ahora, debemos mirar a nuestro alrededor y preguntarnos: ¿Somos libres?. Tal vez, el siguiente fragmento de Mario Bunge nos ayude a reflexionar:
“Las naciones latinoamericanas son muy diferentes entre sí pero tienen un pasado en común, problemas parecidos y, posiblemente, un futuro común. Todas ellas tienen enormes riquezas naturales, pero son socialmente indigentes. Todas son pobres, subdesarrolladas y dependientes. Todas están aquejadas, en alguna medida, de excesiva desigualdad socioeconómica, desocupación, marginalidad, caciquismo, burocratismo, incultura, degradación ambiental, evasión impositiva, deuda externa paralizante y militarismo. Y todas, sin excepción, deben hacer frente a la Nación más poderosa y voraz del mundo, que mira con gran apetito las riquezas naturales y la abundante mano de obra barata de lo que considera su patio trasero…”
Es nuestro deber, como lo fue en 1816, tomar coraje ante un poder que nos supera, y decir ¡Sí!, defendiendo nuestra identidad, nuestra tierra, y nuestros derechos a tener una vida digna.
Propuesta para pensar.
¿En qué consiste la Libertad?
¿Con qué acontecimientos actuales se menoscaba la libertad?
¿Hay soluciones para los males que nos aquejan? ¿Cómo se defiende la identidad nacional?.
¿De qué debemos “independizarnos” actualmente?.
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