Estamos por iniciar un año juntos…donde recorreremos muchos caminos, donde cada quien pondrá lo mejor de sí para llegar juntos a la meta.
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lunes, 10 de febrero de 2014

La supervisión escolar

La supervisión escolar. Conceptos, técnicas e instrumentos


pdf de 40 págs,  BIBLIOTECA NACIONAL DEL MAESTRO

martes, 8 de octubre de 2013

Condiciones de trabajo y salud docente


En este informe, la UNESCO presenta estudios de casos en países de América Latina, entre ellos, la Argentina
PARA DESCARGAR Y LEER O IMPRIMIR







lunes, 7 de octubre de 2013

Información de la Sociedad Argentina de la Voz

El profesional docente se encuentra expuesto una alta exigencia vocal. Por eso, el uso de su voz debe ser producto de una técnica aprendida. Entre las aptitudes que necesita desarrollar el docente, se encuentran la resistencia, la articulación, la proyección, entre otras. La SAV describe, de manera clara y sencilla, en qué consiste cada una de estas aptitudes. Esta información es de vital importancia; puede resultar útil y esclarecedora para los docentes y para quienes se interesan en el ejercicio saludable de docencia.

Se propone como orientación inicial sobre el cuidado de la voz en la profesión docente, como una prioridad.

Necesidades vocales del docente

Resistencia 
Es la habilidad de mantener la calidad vocal en el habla encadenada, sin mostrar señales de cansancio, por un período prolongado y en volumen suficiente para el ambiente en el que se desempeña.

Expresividad 
Es lograr que, a través del juego vocal, con cambios de entonación, ritmo, acento y velocidad, el hablante se torne más interesante y el mensaje más agradable. De este modo, podrá transmitir con exactitud su intensión comunicativa, captando la atención del oyente.

Intensidad 
Es conseguir variaciones del volumen, modificándolo voluntariamente.

Articulación marcada 
Se usa para favorecer la claridad en la dicción. Se logra estimulando la elongación y distensión de los músculos faciales, lengua y labios; disminuyendo levemente la velocidad del hablante.

Posturas adecuadas 
Son aquellas que permiten mantener sin tensión la musculatura de hombros y cuello, favoreciendo el flujo de la columna de aire.

Apoyo 
Es la técnica de participación activa del diafragma durante la salida del aire que permite sostener la emisión de la voz con el volumen deseado y sin esfuerzo. Asegura un flujo de aire que reduce las tensiones laríngeas y del cuello, y otorga sensación de comodidad en la emisión y un mayor control del volumen de la voz.

Proyección Una voz proyectada es aquella que, con un uso adecuado del flujo de aire y de los órganos articulatorios, logra un mayor alcance y volumen. Utiliza las cavidades de resonancia (nariz y boca) acorde a las necesidades de adaptación en ambientes diversos. 

viernes, 2 de agosto de 2013

Ciencia y Género: “Las diferencias biológicas dan riqueza a la ciencia”


Ciencia y Género: “Las diferencias biológicas dan riqueza a la ciencia”
 
25 de julio de 2013
Verónica Vega | Agencia ID | CEICE-Junta de Andalucía.
 “La ciencia no tiene género”

Hay una anécdota que cuenta la doctora en física Julia Tagüeña, directora adjunta de Desarrollo Científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt): En la historia de la ciencia, las mujeres siempre tuvieron algún hombre que las apoyó en su trabajo; cuando al científico Pierre Curie le dijeron que lo nominarían a la lista del Premio Nobel, él respondió que aceptaría siempre y cuando incluyeran a Marie Curie.
Visitar Red de colaboración de docentes iberoamericanos en: http://redesoei.ning.com/?xg_source=msg_mes_network

domingo, 10 de febrero de 2013

EL LIBRO: Teoría de la mente cómo trabajarla paso a paso


”Ya tenemos el libro práctico sobre Teoría de la Mente ampliado y revisado. He reunido en 299 páginas los ejercicios, fichas y estrategias que hemos seguido o seguiremos  para enseñar a Erik que no todas las personas percibimos, pensamos, sentimos  o creemos lo mismo. Algún capítulo no está desarrollado del todo, pero se ofrecen siempre ideas y ejemplos de qué podemos hacer.


miércoles, 28 de noviembre de 2012

Condiciones de Trabajo y Salud Docente


LIBRO: Condiciones de Trabajo y Salud Docente


PDF DE 207 PÁGS
ESTUDIOS DE CASOS EN ARGENTINA, CHILE, ECUADOR, MEXICO, PERU Y URUGUAY

martes, 30 de octubre de 2012

"La escolarización de Adolescentes"


NUEVA PUBLICACIÓN DESTINADA A PROFESIONALES DE LA EDUCACIÓN, DE LA SALUD, DE LAS ACCIONES SOCIOCULTURALES, QUE TRABAJAN CON JÓVENES Y ADOLESCENTES.
"La escolarización de Adolescentes.....", un trabajo del Prof. Emilio Tenti Fanfani.
Buen material.
(rol)

domingo, 28 de octubre de 2012

La situación de la primera infancia en la Argentina


NFORMACIÓN PARA DOCENTES DEL NIVEL INICIAL, PROFESORES DE LOS INSTITUTOS DE FORMACIÓN, INSPECTORES, PADRES, PÚBLICO EN GENERAL

La situación de la primera infancia en la Argentina
La Convención sobre los Derechos del Niño aprobada por las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, constituye un paso decisivo en el reconocimiento de los derechos humanos de la infancia y la adolescencia. La república Argentina adhiere a la misma mediante la Ley Nº 23.849 en septiembre de 1990, y le otorga rango constitucional en el año 1994. Pasadas ya más de dos décadas de su aprobación, el propósito de este trabajo es dar cuenta de los avances realizados en el pasaje del modelo tutelar al de protección integral de la primera infancia en Argentina. El informe ofrece información relevante para construir una aproximación al grado de cumplimiento efectivo de sus derechos a través de realizar un recorrido por algunos nodos clave de la relación del Estado y la sociedad con los titulares de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Esta publicación del Sistema de Información sobre Primera Infancia fue realizada gracias a la iniciativa y apoyo de la Fundación Arcor.
Fuente: SIPI (Sistema de Información sobre la Primera Infancia en América Latina.
Buen material
(rol) 

Archivo adjunto

                                             

miércoles, 17 de octubre de 2012

“Las formas de lo escolar”


 Ricardo Baquero, Gabriela Diker y Graciela Frigerio (Comps.)


Ed. Del Estante – Bs. As. 2007
Un proyecto de no gradualidad: variaciones para pensar la escuela y las prácticas
Un informe de 14 págs…

sábado, 14 de julio de 2012

Manual de salud y seguridad para directivos escolares.


Gustavo Gándara; Carlos Gimenez (coord.).

 Buenos Aires: Aulas y Andamios, 2010. 48 p.


El presente tiene por objeto promover la higiene y seguridad, mediante información básica que permita conocer la aplicación de acciones correctivas y el posterior desarrollo de las acciones necesarias; logrando la progresiva y sostenida eliminación y reducción de los riesgos en los ámbitos escolares.
Una ESCUELA segura y saludable es más que una demanda social. Es un hecho que la sociedad da por sentado; el lugar donde desde la infancia a la juventud pasamos gran parte de nuestro tiempo y en el que los padres depositan toda su confianza.
Para educar, nada mejor que “el ejemplo”, por ello las instalaciones y el entorno de la escuela deberían responder a normas y criterios de seguridad con el objetivo de minimizar los riesgos.
La escuela debería ser quizás el primer eslabón para que algún día en la Argentina haya una cultura de la seguridad y no tengamos que ser mencionados, entre otras cosas por ostentar tristes récords en cantidad de accidentes, se traten éstos de accidentes de tránsito, de trabajo o simplemente en el hogar.
Frente a la falta de una “cultura de la prevención” creemos que la escuela debe ser la institución básica que promueva el mejoramiento de la salud y seguridad impartiendo a los alumnos desde edad temprana conceptos que refuercen dicha cultura.
Fuente y nota completa:

domingo, 20 de mayo de 2012

Malestar percibido en el contexto laboral docente. Un instrumento de evaluación



Malestar percibido en el contexto laboral docente.
 Un instrumento de evaluación 

Los contextos donde se desarrollan las actividades humanas presentan características distintivas que tienen importantes implicaciones cuando se elaboran y aplican procedimientos de evaluación. La elección del contexto de empleo se debe a la acuciante relevancia que tiene para la salud de importantes sectores de nuestra población. Moos (1992) ha desarrollado un marco conceptual socioecológico y postula que la relación entre los sucesos vitales estresantes y las conductas adaptativas se encuentran influidas por el sistema personal y el contextual, los recursos de la red social y las respuestas de evaluación y afrontamiento.
Objetivos: presentar un instrumento (IMPAL-D) que mide el malestar que ocasionan estresores específicos del contexto de empleo docente. tal como es percibido por los sujetos. Método: análisis de tres fuentes de datos: bibliografía especializada. entrevistas a informantes clave y entrevistas semi-estructuradas a empleados. Resultados: elaboración de un instrumento cuya consigna es evaluar el grado de malestar (excesivo. mediano o escaso) que provocan hechos relaciona- dos con: medio ambiente físico en el trabajo, factores propios de la tarea, organización del tiempo de trabajo, aspectos institucionales, cambios tecnológicos Y aspectos personales. La escala es de tipo aditiva para cada una de las subescalas y tiene validez para la situación argentina actual. Se presentan resultados del impacto de los diferentes estresores en la muestra estudiada.
Conclusiones: El instrumento elaborado ha mostrado sensibilidad para evaluar el impacto de estresores cotidianos en el contexto laboral docente, permitiendo jerarquizar las áreas de origen de los sucesos estresantes.


Malestar instrumento de evaluación AQUI

FUENTE: MINISTERIO DE SAN LUIS

viernes, 9 de marzo de 2012

jueves, 8 de marzo de 2012

viernes, 23 de diciembre de 2011

EL MALESTAR EN EL DOCENTE



Tenemos una cierta tendencia a convertir en natural lo que nos sucede cotidianamente, en las escuelas mantenemos esa norma. Así aceptamos que los alumnos a medida que pasan los años tengan cada vez menos ganas de ir a la escuela (aunque, para ser exactos, según el Chavo del ocho,“el problema no es ir a la escuela, sino quedarse”), tampoco vemos como raro, que el docente sienta como una carga su trabajo, que tenga grandes necesidades de descanso, o mejor, de receso escolar.
Este esquema no se da en todas partes con la misma intensidad, sino que va aumentando con la edad que tienen sus alumnos, y con el grado de vulnerabilidad de sus familias.

Para evitar una respuesta simple, ante un problema que tiene múltiples dimensiones, es conveniente que nos cuestionemos algunos aspectos del quehacer docente. ¿Por qué no resultan atractivas las carreras de formación docente?, ¿a que se debe el cansancio docente?, ¿cuáles son las causas del ausentismo?, ¿se debe a cierta “perversidad” docente?, ¿qué le deberíamos pedir al nivel central de conducción?, ¿por qué muchas veces se escucha ese “rezongo” sin esperanzas?

En mayor o menor medida se da:
· Sentimiento de desconcierto e insatisfacción ante los problemas reales de las prácticas docentes.
· Desarrollo de esquema de inhibición (¿yo qué puedo hacer?).
· Peticiones de traslado (para evitar las escuelas más conflictivas).
· Deseo de abandonar la docencia (si fuese posible).
· Ausentismo laboral.
· Agotamiento.
· Ansiedad.
· Estrés (Se trata de un fenómeno adaptativo de los seres humanos que contribuye a su supervivencia, a un mejor rendimiento en sus actividades y a un desempeño eficaz. Lo que llega ser negativo y nocivo es que esa experiencia sea excesiva, incontrolada o incontrolable.).
· Depreciación del Yo. Autoculpabilización. (muchas veces estimulado por el discurso oficial)
· Ansiedad como estado permanente, enfermedad mental.
· Depresiones.

Desde un punto de vista general, nuestra sociedad es hipócrita y ambivalente, al aplicar a los docentes el discurso de la vocación, del valor formativo y esencial de nuestro trabajo, cuando en realidad desprecia todo lo que no tenga valor material.

Por otra parte la tarea docente se encuentra sometida a múltiples presiones, de la Administración, de los alumnos, de los padres y de la sociedad en general. Elija el modelo que elija, el profesor va a enfrentarse con la oposición de quien ve la Educación desde otros puntos de vista.

Todo esto nos permite empezar a configurar un panorama del “malestar docente”, que con distintos grados de intensidad, no respeta ni fronteras geográficas, niveles de enseñanza ni situaciones socioeconómicas.
Pero, ¿qué ha llevado a esa situación?, si tomamos en cuenta la actividad áulica, siguiendo a Torres Santomé (1991), quien habla de las características que aumentan la complejidad del trabajo en el aula:

· multidimensionalidad: el aula es un espacio ecológico en el que tiene lugar una gran cantidad de acontecimientos y tareas diferentes.
· simultaneidad: suceden muchas cosas al mismo tiempo.
· inmediatez: existe un ritmo rápido en las experiencias en las aulas.
· imprevisibilidad: en el aula existen hechos no previstos.
· publicidad: todo lo que ocurre en el aula es público, es decir, lo presencian el docente y los estudiantes y, a través de ellos, llega al resto del personal docente y a las familias.
· historia: existe una continuidad a lo largo del ciclo lectivo que produce una acumulación de experiencias y rutinas.

Todo esto no es lo único, hay que considerar que la división de trabajo que hay en las instituciones genera y supone distribución de poder y emergencia de conflictos. Reconocer la presencia de ellos es muy importante, y los procesos de negociación y confrontación, la toma de decisiones, la diversidad de metas, son los que generan la “micropolítica” institucional.

Además se ha registrado un cambio importante, a las funciones sustantivas de creación, recreación y distribución de saberes y conocimientos formalizados, se le suman las funciones relativas a lo administrativo, lo comunitario y lo asistencial.

Los nuevos contenidos de la tarea docente pasaron de ser funciones instrumentales o complementarias a funciones sustantivas. Esto no sólo aumentó los contenidos de la tarea docente sino que ha desplazado sus funciones pedagógico-didácticas. La incorporación de componentes asistenciales ha afectado de diferentes modos la vida de las escuelas y el trabajo de los docentes.

En contextos de crítica pobreza, las escuelas se asumen como instituciones que absorben las funciones que antes ejercían otros agentes sociales: alimentación, control y atención sanitaria, orientación familiar, provisión de recursos escolares, servicios psicopedagógicos.

Por otra parte hoy en día se ha modificado el status social del profesor. La sociedad tiende a establecerlo sobre la base del nivel de ingresos. Las ideas de saber, abnegación y vocación han caído en picado en la valoración social.

En el momento actual los profesores se encuentran con una nueva fuente de malestar al intentar definir qué deben hacer, que valores van a defender: porque se ha perdido el anterior consenso, al que ha sucedido un proceso de socialización conflictivo y fuertemente divergente.

¿Cómo enfrenta la escuela actual este problema? Por un lado anteponiendo el mundo de la didáctica, con propuestas que intentan, aparte de mejorar el aprendizaje, reducir tensiones a través de un trabajo grupal y estrategias renovadoras con mayor participación de los alumnos. Por otro lado, el conjunto de normas disciplinarias, muchas veces absurdas, sin un "para qué" o con una finalidad meramente sancionadora y excluyente. Junto a esto siguen estando el "voluntarismo", la "vocación", que pretenden una salida individualista que no arregla nada.

Todo esto conforma una respuesta voluntarista, pues se la presenta como el remedio general, (por ejemplo, pensar que aplicando tal o cual método didáctico se terminarán los problemas de aprendizaje y de conducta, los chicos serán felices y el maestro se "sentirá bien").

Se parte de un supuesto de "omnipotencia educativa" (la escuela arreglaría todo, los problemas sociales, incluso, serían problemas educativos). De esta ideología está empapado nuestro sistema educativo, y esa "omnipotencia educativa" se internaliza en cada docente, en forma inconsciente. Entonces cuando en los procesos de enseñanza y de aprendizaje las cosas no salen como estuvieron planificadas, es él quien "vive" esa falla. En la mayoría de las ocasiones el docente no toma conciencia de este proceso, de manera que puede suceder alguna de estas cosas:

a) Culpa al método usado (proyección en el método).
b) Se lo atribuye a que los chicos no atienden, etc. (la causa es otro problema y ahí queda).
c) Se lo atribuye a sí mismo. Esto le genera o incrementa ansiedades depresivas que deterioran su salud psíquica en forma manifiesta, en algunas ocasiones, o disfrazadas a través de cansancio físico sin causal aparente, agobio, stress. (Son muchos los docentes que sufren estados depresivos, que en casos extremos llevan a situaciones patológicas).

Pero, ¿qué explicación encuentran los estudiosos del tema?. Basándonos en el modelo de Blase podemos afirmar la existencia de “ciclos de acción”, en donde el docente repite acciones que lo llevaron reiteradamente a situaciones de fracaso, y de “cursos de acción”, donde reflexiona sobre sus prácticas, buscando soluciones nuevas.

A partir de esta doble noción, de cursos y ciclos de acción, cabe responder a las cuestiones antes formuladas como sigue:
1) Conducta "sana", "normal", adaptativa del agente al medio y también del medio al agente- es la acción en curso, el curso de acción. Conducta "patológica", disfuncional, es la conducta circular, la acción cíclica, el ciclo de acción siempre recurrente sobre sus propios pasos, que lleva a nuevos fracasos.
2) No hay conducta sana, ni adaptativa, que no incluya algunos elementos de ciclos, de circularidad, ni tampoco hay secuencias de acción tan patológicas que no contengan algún elemento de acción en curso, en progresión.
La conducta humana es curso y es ciclo a la vez.

Los llamados ciclos de acción están representados por las conductas repetitivas, las reacciones neuróticas, las estereotipias, las adicciones, las circunstancias de conflicto que no pudieron resolverse, etc. Este tipo de conductas lleva a un movimiento circular, donde siempre se vuelve al punto de partida y se sigue perpetuando la situación anómala.

En algunos casos, la dinámica institucional queda atrapada por una lógica rutinaria y ritualista que apela al reglamentarismo como modelo de gestión, otorgando más importancia a los aspectos administrativos que a los pedagógicos. Se trata de instituciones que centran su preocupación en la propia reproducción y conservación y no en cumplir con su función social.

En otras escuelas, la dinámica institucional, adopta una lógica integradora y de articulación institucional que apela a la autonomía docente para fortalecer su capacidad de gestión, reconoce lo pedagógico como sustantivo en relación a con los aspectos administrativo, comunitario y asistencial.

Una interesante explicación la obtenemos de Blase (1982), quien ha documentado lo que denomina "ciclo de ineficaz (degenerativo) rendimiento" del maestro. Dicho ciclo, metafóricamente representado como proceso de "combustión" del docente, lo describe de este modo: se produce un conjunto de condiciones en las que el esfuerzo y la competencia del maestro son insuficientes para alcanzar las metas de su actividad educativa; ese conjunto aparece como productor de tensión, de "estrés", resultando en sentimientos negativos, de insatisfacción y baja de la motivación por el trabajo en el maestro; todo esto aumenta la posibilidad de una posterior actividad ineficaz, fracasada, que conducirá a agravar la tensión y el sentimiento de inutilidad completa. De este proceso, calificado por Blase como cíclico y degenerativo, sale, como producto final, el maestro "quemado", que no ha podido sobrevivir a los problemas y que ha quedado incapacitado no tanto por algún ocasional fracaso, sino por el impacto negativo, acumulado a largo plazo, de sucesivas y cada vez más profundas experiencias de fracaso en su esfuerzo docente.

Lo trágico de las secuencias cíclicas está en que cada recorrido en ellas tiende a consolidar más y más la fuerza del anillo hasta hacerlo difícil de quebrar.

El maestro ve sus problemas de salud como fatalidades que no se relacionan con el trabajo que realiza; le resulta más fácil visualizar problemas en sus colegas que en él mismo; pero no los relaciona con la tarea.

Pero lo verdaderamente preocupante para el profesorado son los problemas de salud psíquica, de estrés, de depresión o el síndrome burn-out (estar quemado), dolencias todas ellas que son calificadas como “propias de su actividad”. Es decir, naturalizan estos síntomas llegando a pensar que es normal padecerlos.

Ante todo esto, ¿Qué puede hacer?, para quebrar circuitos de acción; se puede promover en los docentes actitudes reflexivas sobre su propia práctica, informar sobre el Burn-Out y sus implicancias, identificar y distinguir diferentes malestares que se traducen en síntomas que afectan la tarea cotidiana. Fortalecer en los docentes su rol profesional. y su capacidad de involucrarse en el proceso educativo con una innovación potenciada internamente, no exteriormente; y protegiendo su integridad psíquica. Brindar apoyo emocional y comprensión profesional del docente que comparte, investiga y busca soluciones efectivas a conflictos que perjudican el proceso de enseñanza/aprendizaje.Además es posible trabajar en torno a elaborar grupalmente respuestas positivas de solución de conflictos, que surjan en los grupos de trabajo, cambiar periódicamente de área de enseñanza, de alumnos o de nivel de los mismos; ordenar de otro modo la disposición física del aula; utilizar nuevos instrumentos, renovados materiales; estudiar materias o practicar alguna actividad sin ninguna relación con la propia docencia; llevar una vida social satisfactoria aparte de la escuela; hacer ejercicio físico y también conservar el cuerpo relajado (Pagel y Price, 1980). Si en este variado repertorio de posibles prácticas hay algo de común, ese elemento es el de la ruptura respecto a la recurrencia, la quiebra de la circularidad, el favorecimiento de una acción en curso, progresiva, frente a un secuencia rígidamente clausurada alrededor de sí misma.