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domingo, 29 de mayo de 2011

Obra de teatro para celebrar el Día de la Bandera,20 de Junio - Educando a Pascasio



Personajes
Manuel Belgrano.
Pascasio, mulato, criado de Belgrano.
Rosa, alegre negrita.
Escena
En el escritorio del doctor Manuel Belgrano. Se ve una mesa de trabajo, libros y un par de sillas. Belgrano escribe con su pluma sobre la mesa.
Pascasio entra con un paquete.
Belgrano: -¡Pascasio!
Pascasio: -Doctor Belgrano, llegó este paquete para usted. (Se lo entrega. Belgrano comienza a abrirlo.) Lo trajeron de la casa del señor Riglos, el que vino de viaje.
Belgrano (descubriendo un gran frasco de tinta): -¡Ah, magnífico! ¿Qué te parece, Pascasio? (Se lo muestra.)
Pascasio (cohibido): -Y... no se qué decirle, doctor. Me parece que esa leche está echada a perder, ¿no la ve negra? (Señala el frasco.)
Belgrano: -¿Y quién te dijo que era leche?
Pascasio: -¿No es lo que siempre le manda el señor Riglos, leche fresca del tambo de su mujer?
Belgrano: -Sí, pero esta vez mandó otra cosa. Este líquido que ves en el frasco es tinta. Tinta para escribir, nada menos.
Pascasio: -¿Ah, sí? ¿Y qué vaca la da?
Belgrano (riendo): -Ninguna, por supuesto. Esa vaca no existe. Pero con este líquido mágico podés inventarla. Podés inventar lo que quieras: vacas que dan tinta, vacas que vuelan, vacas de dos cabezas, vacas con tres patas solamente; ¡lo que quieras!
Pascasio: -Yo inventé una vez una vaca de tres patas.
Belgrano (interesado): -¿Ah, sí? ¿Y cómo?
Pascasio: -Le corté una.
Belgrano: -Yo hablo de crear, de soltar la imaginación y derramarla sobre el papel. Porque es la imaginación, no la tinta, lo que derramamos verdaderamente al escribir.
Pascasio (fascinado): -¡Increíble, doctor Belgrano, cómo me gustaría saber sólo un poquito de lo que sabe usted!
Belgrano (levantándose): -Bueno, Pascasio, dentro de poco tendrás oportunidad de instruirte en una materia importante: Matemática.
Pascasio (sin entender la palabra): -¿Y de qué se trata? ¿Vacas que dan mate?
Belgrano (con paciencia): -No, Pascasio, nada que ver con eso. Yo hablo de sumas y restas, de números y de cálculos.
Pascasio: -¡Ah, vacas inteligentes!
Belgrano: -Pascasio, olvidate de las vacas. La Matemática es una ciencia que trata las cantidades.
Pascasio: -¿Cantidades de qué?
Belgrano: -Bueno..., se puede aplicar en mil situaciones de la vida cotidiana. Por ejemplo, vos sos goloso, ¿no es cierto?
Pascasio: -Sí, doctor Belgrano.
Belgrano: -Bien, tomemos entonces este ejemplo: dos tortas más dos tortas, ¿qué te dan?
Pascasio: -Un empacho.
Belgrano: -Me refiero al total de tortas que comiste en ese caso.
Pascasio: -Mire, doctor, cuando de dulces se trata yo trago sin contar.
Belgrano (sin perder del todo la paciencia): -A ver, a ver, Pascasio. ¿Cuántos dedos tengo en mi mano derecha?
Pascasio: -Los mismos que tiene en la mano izquierda, ¿no?
Belgrano (suspirando): -Claro. Diez en total. Ahora sumémoslos a los de los pies. ¿Cuánto da?
Pascasio: -No se doctor, nunca lo vi descalzo.
Belgrano: -¡Ay, Pascasio! ¡Sos capaz de enloquecer a Pitágoras!
Pascasio: -No lo conozco. (Entra Rosa para asear la habitación.)
Rosa: -Permiso, doctor Belgrano.
Belgrano: -Adelante, Rosa, adelante. Acabás de salvar mi sistema nervioso; te dejo con Pascasio, el matemático. Yo salgo al patio, tengo dolor de cabeza. (Sale.)
Rosa (enojada con Pascasio): -¿Qué hiciste? ¿De nuevo molestando al doctor?
Pascasio (disculpándose): -¡Yo no hice nada! Es que el doctor, desde que es vocal de la Junta de Gobierno, anda con cosas raras. Fijate que ahora quiere fundar una escuela de mate.
Rosa: -¿Escuela de mate? ¿Para qué sirve?
Pascasio: -¡Eso es lo que yo le dije!
Rosa: -¡Santa Úrsula! Sólo espero que no nos quiera mandar allí, como quiso hacerlo con la escuela de dibujo que fundó hace once años. ¡Dios proteja a nuestro doctorcito!
Pascasio: -Es lo que pido, porque no hay dudas: esa tinta negra que usa todo el día le cae pesada.
Telón
Fuente: Chicos... ¡a escena!, Estrada, 1994.

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